Me llaman Diego el Pulevas
Poeta también me llaman
Y yo me proclamo inculto
Con la frente levantada.
Tengo el mirar desafiante
y las ideas muy claras
hace falta lo que escribo
Aunque yo escriba con faltas
Lo que el corazón me dicta
No lo enturbian las erratas
Mis verdades de la vida
Sean buenas o sean malas
Las canto con la pureza
Del agua en la fuente clara
Y que no intenten callarme
porque a mí nadie me calla.
Yo miro a mi alrededor
La belleza que me ampara
Y muevo las emociones
Encadenando palabras
Como todos me equivoco
Esa es condición humana
Pero doy voz a mi pueblo
doymi voz a Moratalla
Ya no es mío lo que escribo
Es de aquellos que no hablan
Alzo la voz por la gente
Que no puede levantarla
Y que no intenten callarme
porque a mí nadie me calla.
Canto al amor de mi vida
A la reina de mi casa
La que cura mis heridas
La que me quiere y me aguanta
A mis hijos, mi alegría
El orgullo de mi alma
Los ratos con los amigos
Ángel Miranda y Morata
Y que no intenten callarme
porque a mí nadie me calla.
Canto al tambor que redobla,
Que atruena en semana santa
a mis perros y mi campo
Y la belleza gitana
De la luna que me mira
Más allá de mi ventana
A los cerros y los huertos
Los puntales y cañadas
El romero y el espliego
El tomillo, la retama
Nuestros ríos que redimen
El secano con sus aguas
La hermosura de este pueblo
Por tanto tiempo ignorada
Y que no intenten callarme
porque a mí nadie me calla.
Y que no venga la muerte
Amenazante guadaña
A silenciarme la voz
Porque mi voz no se apaga
Se podrá llevar mi cuerpo
Pero quedan mis palabras
Los versos que yo escribiera,
No me asusta su amenaza
Llévame cuando tú quieras
No te servirá de nada
Muerte, no intentes callarme
porque a mí nadie me calla.